La Inteligencia Artificial en Veterinaria: Detección precoz de enfermedades

21-12-2020
La inteligencia artificial (IA) aplicada a la salud y al diagnóstico, es la capacidad de un ordenador para analizar datos de forma profunda con el fin de detectar patrones y tendencias. Las herramientas más poderosas que nos aporta en salud afectan al diagnóstico, tratamiento y prevención de determinados enfermedades.
En muchos casos, no podemos valorar la enfermedad con antelación, por lo que el resultado del tratamiento se ve afectado.

La enfermedad renal crónica (ERC) es una de las enfermedades más complejas en medicina veterinaria. Se trata de una enfermedad multifactorial, que se detecta, en la mayoría de casos, cuando el daño es irreversible y el tratamiento ya no puede tener un impacto significativo en el animal.
Diagnosticando la ERC de forma precoz, podremos conocer la progresión de la enfermedad y establecer un protocolo de actuación temprano para tratar los efectos y síntomas de la enfermedad.
En el pasado Foro del Colegio Estadounidense de Medicina Interna Veterinaria (ACVIM) se presentó un algoritmo que, podría predecir si un gato desarrollará ERC en los siguientes dos años con una precisión superior al 95%. Para dicho estudio, se evaluaron 150.000 casos durante los últimos 20 años, y se tuvo en cuenta la creatinina, el nitrógeno ureico sangre, los glóbulos blancos, la gravedad específica de la orina, la proteína y el pH de la orina.

Otro caso de IA aplicada en veterinaria es para perros con dolor crónico. En concreto, para perros de raza Cavalier King Charles Spaniel. Esta raza está predispuesta a sufrir una malformación similar a Chiari, enfermedad que causa una deformidad del cráneo, vértebras cervicales craneales y en algunos casos más graves, causa daño medular. El dolor asociado a esta enfermedad es difícil de confirmar y es por este motivo que la técnica de IA tiene un valor innovador.
Con la técnica estudiada, se identificaron biomarcadores sobre los cambios faciales en perros afectados y se mapearon imágenes de resonancias magnéticas para descubrir patrones relacionados con el dolor asociado a dicha malformación.  Enlace del estudio

Otro ejemplo de uso de la inteligencia artificial en veterinaria es en la detección de ciertas enfermedades en bovinos. Des de la universidad de Bristol, Inglaterra, estudian combinar la termografía infrarroja y la IA para detectar precozmente la enfermedad respiratoria bovina (ERB).  
La teoría con la que trabajan en este caso se resume en que con la termografía infrarroja se detecta la energía térmica, se convierte a temperatura y se crea una representación visible o termógrafo. Usar muchos termógrafos proporciona un medio para entrenar redes neuronales profundas y detectar señales de ERB.

La IA también permite la identificación de especies animales, gracias a sus patrones únicos de manchas, rayas u otras características físicas. Estos datos pueden ayudar a cuestiones ecológicas y de conservación, como el tamaño de las poblaciones, las interacciones entre especies y los patrones de  movimiento de las mismas.

Tal y como ya está pasando el medicina humana, el futuro más inmediato de la veterinaria pasa por el uso necesario de la tecnología y la inteligencia artificial. 

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