Actualización de la anestesia epidural en la especie felina

22-03-2021
La anestesia epidural ha sido empleada desde hace años como técnica de anestesia locorregional en el espacio lumbosacro, localización que en gatos conlleva un riesgo considerable al poderse producir una punción en el espacio subaracnoideo en lugar de epidural. Esto se debe al reducido tamaño de estos animales y a la extensión del cono medular hasta las primeras vértebras sacras en la especie felina.

Para acceder de forma más precisa a la zona epidural es recomendable realizar la punción en el espacio sacro-coccigeo, donde no hay espacio subaracnoideo. Esta zona es fácilmente localizable ya que las apófisis espinosas del sacro se palpan con facilidad y la primera vértebra coccígea puede identificarse realizando movimientos de la cola del gato dorsal y ventralmente.
Para localizar el espacio epidural en la especie felina pueden emplearse técnicas usadas en otras especies, por ejemplo: la pérdida de resistencia, la gota pendiente, la neuroestimulación (con una alta eficacia demostrada en gatos), y la ecografía.

Otro aspecto a tener en cuenta en anestesia felina son las dosis de los fármacos anestésicos, que deben reducirse notablemente (entre 3 y 10 veces). Los fármacos más utilizados son anestésicos locales, cuya dosis se calcula en función del peso y porcentaje de bloqueo deseado para el procedimiento quirúrgico. También se pueden emplear opioides como la morfina (0,1 mg/kg), la buprenorfina (3 mcg/kg) y la metadona (0,1 mg/kg) que habitualmente se combinan con anestésicos locales para producir un bloqueo completo y prolongar los efectos analgésicos. Otros fármacos también utilizados son los agonistas alfa-2 como la dexmedetomidina (1-2 mcg/kg) o la medetomidina (2-4 mcg/kg), también combinados con anestésicos locales o con opioides.

La anestesia epidural realizada mediante un acceso más caudal, utilizando la técnica de neuroestimulación y el uso de fármacos con dosis adecuadas facilitan notablemente la técnica, aumentan su seguridad y la dotan de una tasa de éxito elevada.

Autor: Ignacio Sández (DVM, Acreditado AVEPA, Miembro SEAAV) 
Consulta el artículo completo en www.fatroiberica.es





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