por Albet
17/11/2017

Diabetis Mellitus en PERROS

La diabetes mellitus es la incapacidad para producir o utilizar la insulina, hormona encargada de regular el nivel de glucosa (azúcar) en sangre. La insulina se produce en el páncreas, circula por la sangre y actúa en los tejidos proporcionando glucosa que se transformará en energía.  El déficit de insulina implicará que la glucosa no pueda llegar a los tejidos y se irá acumulando en sangre (hiperglucemia). Lo mismo pasa cuando las células del organismo no la pueden utilizar correctamente. Existen dos tipos de diabetes:   
-Tipo I o diabetes “dependiendo de insulina”: el páncreas no produce suficiente insulina. Es la más frecuente en perros.   
-Tipo II o “deficiencia relativa de insulina”: el páncreas produce suficiente insulina pero el cuerpo no la puede usar (las células ofrecen resistencia a la insulina), o bien el páncreas produce insulina pero el cuerpo necesita más. Es la más frecuente en gatos y personas. 

La diabetes afecta al 1% de los perros y aunque todos son susceptibles de sufrirla, se ha visto que afecta en mayor proporción a perros adultos y viejos, hembras y en determinadas razas (Keeshond, Samoyedo, Alaska Malamute,…). Se ha visto que las dos primeras razas tienen predisposición genética a padecerla.
La causa de la diabetes no siempre es pancreática. Existe la Diabetes Mellitus Potencial, en la que después del celo y como consecuencia a la hormona progesterona, se produce un aumento de la glucosa en sangre, sin exceder el umbral renal. Otras causas son: obesidad (los receptores de los tejidos a la insulina serán menos sensibles), Cushing, administración de fármacos (sobretodo corticos), acromegalia, etc.

SÍNTOMAS

Frecuentemente sufrirán infecciones urinarias, y en animales no tratados, podemos ver alteraciones neurológicas (neuropatía diabética), renales (nefropatía diabética) y oculares (cataratas o  retinopatía diabética en la que los vasos de la retina sufren un daño). 
Conforme la enfermedad va progresando, pierden peso, vomitan, dejan de comer, se muestran débiles y se deshidratan.

DIAGNÓSTICO
Para diagnosticar la diabetes siempre hay que realizar analíticas sanguíneas y urinarias ya que existen otras enfermedades que cursan con los mismos síntomas (Cushing, enfermedad renal,…). Veremos altos niveles de glucosa en sangre y en orina.  
Resulta muy útil cuantificar el nivel de frucostamina en sangre, que nos indicará el nivel de glucosa en sangre de los últimos 15 días. 

TRATAMIENTO
El éxito dependerá fundamentalmente en la dedicación del propietario. Nuestro objetivo será mantener el nivel de glucosa dentro de la normalidad, eliminar los síntomas y prevenir las complicaciones asociadas a la enfermedad. 
-Insulina: existen muchos tipos de insulina. Para los perros, se prefiere la insulina porcina por ser idéntica a la canina y generalmente se administra cada 12 horas. Queremos encontrar la dosis mínima necesaria para mantener los niveles de glucosa deseados.
-Dieta: se trata de un alimento específico con un alto porcentaje de proteínas y un bajo nivel de hidratos de carbono. La dieta consigue bajar el nivel de glucosa y disminuir las necesidades de insulina.
    Los perros que reciban insulina 1 sola vez al día, deben recibir 1/3 de la ración diaria por la mañana, seguidamente se les administra la insulina y pasadas 8 horas se les da la comida restante.
    Para los perros que reciban insulina dos veces al día (la mayoría), podemos racionar el alimento hasta en 4 comidas. Se les da la primera comida (1/4 parte) por la mañana y se les administra la insulina. Pasadas 6-8h se les da la segunda comida. Antes de la inyección de la tarde reciben la tercera comida y la cuarta se les proporciona a última hora de la noche.
-Es indispensable la esterilización de las hembras diabéticas ya que como hemos comentado, la presencia de progesterona asociada al celo o gestación, desestabilizará al animal.

COMO INYECTAR INSULINA A UN GATO DIABÉTICO
1.Mezcla de forma suave la insulina (voltea el envase unas 10 veces). 
2.Llena la jeringa con la insulina y elimina las burbujas de aire (golpea la jeringa con el dedo).  Asegúrate que la dosis de Insulina es la correcta y no inferior.
3.La insulina se debe administrar por vía subcutánea. Para ello, estira suavemente hacia arriba la piel (se suele administrar en la zona entre las escápulas), formando un pequeño hueco con el dedo índice. Coloca la aguja en el hueco y presiona para atravesar la piel. Presiona el émbolo suavemente para inyectar todo el contenido de la jeringa.


EVOLUCIÓN
A parte de los controles veterinarios que pueden implicar hacer distintas medidas de la glucosa a lo largo de un día (lo que llamamos “curva de glucosa”), des de la clínica veterinaria Albet queremos daros una serie de “pistas” que nos indican una correcta evolución:
            -El estado mental: está más activo y alerta
            -El apetito: se ha reducido el apetito voraz, si existía
            -El peso: ha aumentado
            -La ingesta diaria de agua: si come alimento seco debería beber unos 60-90 ml por kg de peso
            -Urianálisis: podemos hacer tiras de orina en casa y nos sirve para controlar la producción de cuerpos cetónicos (presentes en cetoacidosis, explicada a continuación) y una posible infección de orina

RIESGOS
El principal riesgo de no diagnosticar o tratar correctamente un perro diabético es que pueden sufrir estados que ponen en peligro su vida, como la cetoacidosis diabética. Sin la suficiente insulina, los tejidos no pueden utilizar la glucosa como fuente de energía así que utilizan las grasas. Durante este proceso, aumentan los niveles de cetonas en sangre i esto puede ser fatal para el animal. El gato está decaído, con vómitos, diarreas, un aliento con un olor muy característico (como afrutado) e incluso pueden entrar en shock. Se trata siempre de una urgencia médica.
Otra posible complicación es la hipoglucemia (el nivel de azúcar en sangre es demasiado bajo). Se puede dar si el perro no recibe la dosis correcta de insulina, no ha comido la cantidad necesaria de alimento o lo ha vomitado. Suelen estar decaídos, no pueden andar correctamente, tiemblan, están orientados o con un comportamiento extraño. En este caso si el animal no tolera la ingesta de comida, podemos ponerle miel en las encías mientras nos dirigimos al centro veterinario de urgencias.

PRONÓSTICO
Así como en los gatos la curación total es posible y frecuente, esto no sucede en los perros. A pesar de ello, estudios recientes de la Universidad Autónoma de Barcelona han conseguido curar a perros diabéticos con terapia génica. Esperamos grandes avances en los próximos años.

Desde la clínica veterinaria Albet, te recomendamos que ante la sospecha de la enfermedad o de cualquiera de los síntomas comentados, 
contactes con nosotros  para diagnosticar rápidamente la enfermedad y establecer un tratamiento adecuado.


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